lunes, mayo 26, 2003

++ Metáfora sin metáfora ++



Hay días que sufro un terrible mal.
Las metáforas que brotan de los cálidos huecos fónicos de los seres humanos no son interpretadas como tales, sino tomadas en su forma literal.
Hay un cuentito de P.K. Dick en el tomo 3 de los cuentos completos (que dicho sea de paso era posible encontrar hace unos años a sólo $5 en las librerías de la av. corrientes) que ejemplifica de manera perturbadoramente paranoica esta extraña condición.

Algunas peculiaridades de los ojos

"Descubrí por puro accidente que la Tierra había sido invadida por una forma de vida procedente de otro planeta (...) Estaba sentado en mi butaca, pasando las páginas de un libro de bolsillo que alguien había olvidado en el autobús, cuando topé con la referencia que me puso en pista (...) La frase (aún tiemblo al recordarla) rezaba:
...sus ojos pasearon lentamente por la habitación
Vagos escalofríos me asaltaron. Intenté imaginarme los ojos ¿rodaban como monedas? (...)
...sus ojos se movieron de una persona a otra
Lacónico pero definitivo. Los ojos se habían separado del cuerpo y tenían autonomía propia (...)
Era una raza de seres capaces de quitarse partes de su autonomía a voluntad (...)
...nos dividimos ante el cine. Una parte entró, y la otra se dirigió al restaurante poara cenar.
Fisión binaria, sin duda.Se dividían por la mitad y formaban dos entidades..."

De aquí se puede bajar el texto completo

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