martes, abril 22, 2003

++ La insoportable levedad de ser ++

Somos seres efímeros.

Y no es sólo una condición biológica, un límite temporal.
También nuestra relación con el Otro tiende a ser efímera.
Establecemos contactos nebulosos.

Somos seres leves y por tanto, cambiantes, contingentes.
¿Porqué la levedad?

Para Beethoven el peso es positivo, es el Es muss sein!, lo que debe ser!; aquello que va unido al destino.
El Dasein de Heidegger se parecería más a esa condición latente, cambiante del ser humano.
El ser es nada, se es siendo...No hay estructura estructurante, sino un mecanismo móvil de continuo cambio y adaptación.

Paradojal condición que nos acerca a lo más profundo de nosotros mismos, a lo más libre que tenemos pero que a la vez, nos aleja de los demás.
Las brechas profundas que nos separan del Otro (en muchas oportunidades abismos insondables), a menudo se cruzan en puntos de encuentro, en cruces suaves, impensados y claro...efímeros.


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