viernes, julio 25, 2003

Ojo en el cielo
P.K. Dick


Existencia de mundos paralelos, actuantes en un mismo tiempo pero en espacios diferentes. Cómo pasamos de un mundo a otro?. De qué dependen las características de este mundo?. Hay un ideal de Tierra hacia el cual tendemos?. Nuestro mundo es una proyección paranoica de una mente individual?.

La lucidez de Dick -en medio de su locura vertiginosa, enmadejada y paranoica- atravieza capas de significaciones manejadas por todos. Nuestra realidad no es otra cosa que una construcción social labrada por mentes colectivas a lo largo de décadas de historia, con un anclaje y una significación presente.
El imaginario de una época es una construcción colectiva, elaborada de manera conciente, pero también con elementos pertenecientes al orden de lo fantasmático: el mito reactualizado en los ritos cotidianos, las ideologías, las creencias...



Mundo I: Arthur Silvester

"Lo que Hamilton tenía ante sus ojos era el antiguo y superado universo geocéntrico, con una Tierra gigantesca e inmóvil como planeta único. (...) Esto era real allí...aquel universo se regía de ese modo."

Mundo sacro, lugar en el cual los hombres logran establecer una comunicación entre el Cielo y la Tierra. Pueden hablar con Dios, y él les dicta los modos de habitar la Tierra, los modos de ser y de estar. El ojo en el cielo, establece parámetros de vigilancia y coerción frente a las violaciones. Un mundo moral donde el bien y el mal están determinados por seres que no son humanos.

Mundo II: Sra. Pritchet

"Nuestra finalidad (...) estriba en poner los enormes recursos y talentos de la industria electrónica al servicio de la obra magna de elevar el nivel cultural de las masas. De colocar el arte al alcance de la inmensa mayoría de los componentes de la raza humana."

Mundo de la ingenuidad, de lo bueno y lo hermoso. El castigo no proviene del cielo, sino de la mente victoriana de una mujer que ante la fealdad (o lo que ella considera lesivo a sus sentidos) reacciona disolviéndolo en el aire. Un mundo lleno de desaparecidos. Mujeres sin marcas sexuales, caballos con calzones, "dulzura de sacarina" y Asociación de Higiene Mental.



Mundo III: Señorita Reiss

"Quiero que se levante y reanude sus actividades normales. Quiero observarles. Son todos ustedes muy interesantes. (...) Una paranoica con manía persecutoria y psicosis de conjura. Todo cuanto ve tiene algún significado, forma parte de una intriga tramada contra ella"

Mundo del miedo, de la persecución. Los adversarios deben ser combatidos, masacrados si es necesario. En las tuberías de los hogares circula sangre en vez de agua. Las latas atacan a quienes intentan consumirlas. Las casas son organismos vivos que engullen a sus habitantes.

Mundo IV: McFeyffe

"Nos va a costar regresar a la factoría -declaró Tillingford, al tiempo que se sacudía unas gotas de aceite de la vuelta de las perneras de los pantalones-. Hay un distrito obrero en medio. (...) Es posible que hayan levantado barricadas en la autopista -convino el conductor."

Mundo rojo, amenaza comunista. Poder autoritario del camarada comisario. Cuerpo enorme, obeso de poder. Miedo y (des)control.

Vuelta al mundo real.
Mundo imbricado con los mundos anteriores, pero real, aterradoramente real.

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