lunes, marzo 03, 2003

Los fronterizos de PETER HØEG



No voy a hacer un comentario de este libro, tan sólo algunas reflexiones sobre temas que han sido abordados por el autor en un formato ficcional y de gran contenido ensayístico y reflexivo.

"El tiempo no es una ilusión. Tampoco es la única realidad. Es una forma posible y muy extendida de encuentro entre la conciencia y el entorno. Pero no es la única posible. Si te carcome la curiosidad, o si estás enfermo y no puedes sobrevivir de otra forma, puedes adentrarte en el laboratorio y palpar el tiempo. Y entonces éste se transformará."*

Esta historia se encuentra amparada bajo una forma especial de ver el mundo: aquella que contempla desde un punto de vista científico el desarrollo de la vida y que implica ciertas cuestiones: una idea de tiempo lineal, la creencia en un progreso constante y consecutivo hacia un fin, la utilización del método científico para alcanzarlo... Los protagonistas se rebelan contra el aprisionamiento que trae aparejada esta estructura y deciden ir en su contra poniendo en suspensión el tiempo.

La escuela donde está internado el protagonista es la institución de secuesto foucaltiana, cuya función se inscribe en la creación de un espacio normalizador, donde los niños son educados bajo determinados cánones y homogeneizados mediante la coacción...También aparecen otras instituciones: los orfanatos, los loqueros. Todos buscan lo mismo: readaptar a los inadaptados. Proyecto que empieza en la escuela pero que pretende extenderse a la sociedad.

Peligro de eugenesia.
Peligro de establecer parámetros de normal/anormal.
Porque verdaderamente... ¿qué es lo normal?
En la ingeniería social, la exactitud de la ciencia brindaría una de las tantas respuestas a esta pregunta: la normalidad se asocia al hombre dócil, al hombre que obedece los requerimientos de su entorno, el hombre que no pone trabas a la Gran Maquinaria Social.

Pero lo normal no existe, son sólo interpretaciones que varían de acuerdo a las épocas históricas.

En la historia de Høeg, rige el darwinismo social. Lo que no progresa se sacrifica (expulsa). Lo malo (lo que se sale de la norma) es castigado.
Regularización del tiempo a partir de la racionalidad del reloj y de la campana. Los tiempos de la escuela están regulados y han de ser respetados. Atender a los horarios en la escuela preparará para atender a la racionalidad de la sociedad.


Salirse de todo ésto implica la ruptura de las reglas y el castigo.
El fin de los protagonistas: la muerte, la locura, la redención.

*p. 302

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